lunes, 4 de julio de 2011

La representación de la mente humana.

(Anécdota C) El otro día mi tío nos invitó a mi, a mi hermana, mis primos y la novia de uno de los primos a ir a nada más y nada menos que al circo del sol.
Lo describo como una perfecta y deliciosa representación de la imaginación y el subconsciente humano en directo.
¿En qué otro lugar verás que algo tan simple como que los niños vayan a la cama se convierte en un espectáculo de acrobacias indescriptible? ¿O ver a unas autenticas mujeres voladoras?
Además, el argumento era igual de rico: Un hombre que en su defunción emprende un viaje a través de su mente para ver maravillas que son imposibles en la vida real para acabar finalmente volando hasta el techo de la carpa y desaparecer de la vista del público.
Una experiencia totalmente recomendable para cualquiera.

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